Formando un Equipo de Apoyo

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Resumen

Neal Pirolo escribió un libro llamado “Sirviendo a los Obreros” donde dice que ningún misionero debería salir de su país sin un equipo fuerte e integrado, con personas con conocimiento misionero, entusiastas y tan comprometidas como el mismo misionero que va al campo.  

Tal vez, tú no has sido llamado a ir, pero sí tienes amor y pasión por las misiones y quieres involucrarte. Formando un equipo alrededor del misionero, podrás ayudarle durante todo su ministerio (antes, durante y después).

Este equipo puede estar formado por varios hermanos de la iglesia, con diferentes dones y talentos para atender distintos aspectos de la vida del misionero y trabajar juntos como un solo cuerpo. 

Ora y considera servir en alguna de estas áreas:

Apoyo Moral:

  • Anímale frente a la oposición, cuestionamientos o palabras de desánimo cuando recibe su llamado.
  • Muéstrate disponible para escucharle ante sus crisis y necesidades o simplemente si quiere hablar.
  • Ayúdale a pensar de manera sencilla y no complicarse con los temores del qué vendrá sino que tome un paso a la vez.
  • Ayúdale a que no se aísle o trabaje solo, sino que vea a toda la iglesia como un equipo que cumple la misma misión. 

Apoyo en la Organización:

  • Ayúdale con las cuentas en el ministerio: Qué hace, cómo va, si está con agencia que reporte todo a la iglesia.
  • Ayúdale a mantenerse actualizado en su crecimiento espiritual: que tome estudios bíblicos, envíale cursos por correspondencia, etc. Cuando esté de visita, evalúe si sigue en la doctrina.
  • Ayúdale en la administración (presupuesto mensual, comunicación con donantes, dando informes de dinero a los apoyantes, impuestos).  
  • Ayúdale con los trámites de salud (póliza de seguros, lugar donde atenderse, seguro médico)
  • Reúnete con tus misioneros antes de que se vayan dejando todo claro sobre cómo manejar sus asuntos si algo les pasara (cuentas y pagos, testamento, carta poder, entierros en caso de muerte, etc.)
  • Prevean situaciones de crisis (en caso de muerte de un familiar del misionero, muerte del misionero, fondos de emergencia).
  • Coordina los envíos de artículos, regalos o material que el misionero necesita recibir.
  • Debes tener cuidado en los detalles, ser responsable y puntual cuando se trata de asuntos en los que estás representando a tu misionero.
  • Coordina donde pueden quedarse cuando vienen de visita, instalarlos cuando regresan, alimentación, transporte, etc. 

Apoyo Económico:

  • Define el apoyo económico y forma de envío.
  • Da generosamente, con alegría y fidelidad.
  • Continúa apoyándoles cuando estén de regreso.
  • Promueve la recaudación de fondos para tu misionero. 

Apoyo en Comunicación:

  • Ten siempre listas las cartas de oración y las personas a las cuales serán enviadas.
  • Envía cartas, correos electrónicos, tarjetas, etc.
  • Recuerda fechas importantes de los misioneros y sus hijos y envíeles algún presente.
  • Mantente comunicado constantemente con los misioneros.
  • Envía regalos, libros, mensajes grabados, revistas favoritas o detalles que los hagan sentir especiales.        
  • Ayúdeles a preparar sus materiales de comunicación para iglesias y presentaciones. 

Apoyo en Oración: 

  • Despierta a la iglesia a la intercesión.
  • Organiza grupos de oración e involucre a toda la iglesia.
  • Utiliza el periódico mural, boletines, etc. para mantener informado sobre los pedidos de oración del misionero.
  • Solicita a tu misionero motivos de oración especial.
  • Promueve reuniones donde el misionero pueda compartir su testimonio y pedidos de oración.
  • Organiza ayunos de oración por su misionero y por algún motivo especial.
  • Ora constantemente por la obra misionera. 

 

Apoyo en la Readaptación:

  • Prepara a la iglesia para su retorno.
  • Planifica junto con el misionero el mejor momento para el regreso.
  • Separa un tiempo para conversar con el misionero donde se puedan tratar los asuntos personales y ministeriales. 
  • Recuerda que es una etapa difícil de readaptación, anda al ritmo del misionero y no lo presiones.
  • Búscale ayuda profesional si necesita procesar todo lo que vivió en el campo.        
  • Recíbelo cuando llegue a su país de una manera especial. Que note que lo estaban esperando.  
  • Busca una casa donde pueda quedarse.
  • Provee de alimentos, transporte, etc.
  • No le quiten el sustento económico y revisen que tenga lo suficiente para vivir. A veces el país en donde estuvo es más barato que su propia cultura.
  • Escúchale y anímale, ponlo al día. 

Como iglesia, debes pensar en tu misionero y buscar la mejor forma de apoyarle a cumplir la tarea.

Este libro tiene muchas otras ideas prácticas y casos que te ayudarán entender mejor cómo servir a tu misionero. 

“Sirviendo al enviar Obreros” (Neal Pirolo)

Editorial Buena Semilla

Distribuido por Operación Movilización América Latino