Las misiones son el ingrediente indispensable para un ministerio juvenil dinámico.
“La mayoría de nosotros hemos escuchado de la Gran Comisión. Hoy en día, debemos seriamente considerar como proveerle a nuestros jóvenes oportunidades para involucrarse en las misiones y el servicio”, Jeffrey De León, director de Liderazgo Juvenil Internacional.
Las misiones no solo se dan de manera transcultural, sino también son a través del servicio en la iglesia local, es lo que llamamos nuestra ‘Jerusalén’.
“No hay duda, que desde ahora, empieces a involucrar a tus jóvenes en esta tarea de la Iglesia. Empieza por informarles sobre las necesidades mundiales y las de tu propia comunidad”, dijo Jeffrey.
Las palabras no son suficientes, involúcralos en una actividad evangelística de otro contexto social incluso cultural, serán de mucha ayuda.
“Al exponer a los jóvenes a otra cultura, no solo se les das la oportunidad de servir a otros sino de ser transformados en el proceso. Hoy en día, tengo más jóvenes involucrados en la iglesia y las misiones más que nunca”, dijo Jeffrey.
Pequeños pasos llevan a grandes transformaciones. Nunca sabes cómo trabajar con niños pobres, visitar a los enfermos, ancianos o encarcelados, hacer un drama o mimo en los parques impactará en la vida de un joven.
"No olvides que la consistencia y buena planificación son indispensable, pero, sobre todo, que éste no debe ser el fin de tu ministerio juvenil, sino medios para involucrar a tus jóvenes en la obediencia a Dios”, añadió Jeffrey.
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