Empezar una compañía es complicado, consume tiempo y requiere más dinero de que fue previsto. Hacer esto en otros países rara vez es menos complicado, menos consumidor de tiempo ¡y nunca más predecible!
Justin Forman, vice president of RightNow
- Compromiso total con Dios y Su misión.
- Tener cobertura de tu pastor, iglesia local y/o agencia misionera.
- Tener habilidades para emprender un negocio.
- Saber inglés o el idioma en donde trabajarás, además de tu preparación transcultural.
- Contar con una profesión u oficio con la que empezarás el negocio.
- Conocer las necesidades del campo para emprender el negocio.
- Investigar el proceso legal de ese país.
- Tener los fondos necesarios para iniciar el negocio y sustento para los obreros.
- Contar con pasaporte y visa de negocios.
- Tener papeles en orden para registrarla la compañia.
BAM no es para todos
Cuando intentas abrir un negocio en otra cultura, los riesgos y desafíos son mucho mayores.
“Debes ser paciente, tomar riesgos y mantener una perspectiva de largo plazo”, Mateo, misionero con BAM en Asia, dijo.
Aquellos que son emprendedores por naturaleza deberían ser los que inician nuevos negocios. Se necesita una personalidad única y habilidades para empezar un negocio.
“Yo recomendaría que antes de entrar a BAM, primero fueran como internos (practicantes) en un negocio BAM. Aprender de otros hará una gran diferencia cuando ellos inicien sus propios negocios o se unan a una iniciativa BAM”, dijo Mateo.
La llave es llevar un negocio que te dé el mejor acceso a la gente entre la que estás testificando.
“Si tu negocio no te da acceso entonces no es el negocio que deberías estar haciendo. Estamos haciendo BAM para pasar tiempo y construir relaciones con aquellos a los que anhelamos ver involucrarse en la fe”, dijo Mateo.
La clave para compartir nuestra fe es a través de las relaciones. La cultura en la que estés trabajando determinará cuán directo será dentro de la oficina.
“En mis últimos 20 años haciendo BAM, estoy más convencido que en las situaciones de todos los días encontramos oportunidades para destacar y compartir el Evangelio.
Tenemos que ser intencionales y confiar en el Espíritu Santo para las oportunidades”, Mateo dijo.
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