¿Qué o quién está discipulando a las naciones?

¿Qué o quién está discipulando a las naciones?
Resumen

“Si la Iglesia no hace la voluntad de Dios y si la visión de la Iglesia no es hacer discípulos, no debería llamarse Iglesia Cristiana.”

Julieta sirviendo en Ecuador 5

Fuente
Revista VAMOS

El gran combo de Puerto Rico es una agrupación musical de salsa, considerado el grupo más exitoso de esa nación y uno de los grupos de salsa más conocidos en toda América Latina. En los 50 compusieron una canción con el título “No Hago Más Ná” que con el paso del tiempo llego a convertirse en una especie de himno a la vagancia.

La influencia que tuvo este grupo musical sobre la sociedad era tan fuerte que al darse cuenta, en agosto del 2011, las autoridades le pidieron al gran combo de Puerto Rico que reescribiera la letra de su canción y eso fue lo que finalmente pasó.

La pregunta aquí es ¿qué o quién está discipulando a las naciones? ¿Puede una canción verdaderamente generar un cambio social mayor que el de los cristianos? “Creo que la Iglesia se ha vuelto muy cómoda al dejar que los pastores y líderes se encarguen de las predicas o del discipulado. Llegamos a los servicios cada fin de semana, nos comparten de la Palabra y luego nos vamos. Si alguien quiere escuchar de Jesús, simplemente lo invitamos a la iglesia para que lo escuche de un cristiano “profesional”. Este es un mandato no es sólo para los predicadores ¡es para todos aquellos que creen en Jesús y están dispuestos a darlo todo!”, dijo Kathy Gladden desde los Estados Unidos.

Nuestra oración debe ser: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.» (Mateo 6:10). Debemos orar pero también debemos dar pasos de fe para que el Señor nos utilice para discipular a nuestra familia, la sociedad y el mundo entero.

Tenemos que reconocer que como cristianos no podemos “echar pa’lante” dentro de la Gran Comisión si no obedecemos a Dios en todo.

“Es difícil generalizar, pero a mi parecer el discipulado ha tomado un concepto distorsionado, de cumplir ciertos requisitos, rellenar un libro y listo. De tal forma, que no se camina con la persona, no se conoce quién es realmente, y por lo tanto, no se le puede animar a vivir una vida cristiana. Me parece, que muy pocas iglesias se toman en serio la tarea de hacer discípulos, de enseñar con el ejemplo, de vivir como seguidores de Cristo. Gracias a Dios por quienes lo hacen fielmente”, dijo Mauricio Aldana, misionero guatemalteco pronto a salir a España.

Nuestra sociedad y el mundo no cambia porque hemos escondido esa luz, que hemos sido llamados a ser, debajo de una vasija (Mateo 5:14-16).

Al final de todo, cuando estemos delante del Señor y le digamos todas las cosas buenas que hicimos para Él, quizás nos vaya a decir, “Bueno, pero ¿hiciste discípulos? ¿eres un discípulo que hizo discípulos? Porque ésta era la meta principal.”

“El reto y la diferencia radica en nuestra motivación y nuestro entendimiento de lo que es el discipulado. Como cuerpo de Cristo en ésta tierra, cumpliremos con el mandato de una manera natural, sin “empujones” y de buena voluntad (con pasión, entrega y denuedo)”, dijo Francisco Gross desde España, misionero y director de la MCEI.

¡Salgamos de nuestra comodidad para alcanzar al mundo!

 

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