Viaje de Pocos Días, Experiencia para Toda la Vida

Viaje de Pocos Días, Experiencia para Toda la Vida
Resumen

Participar de un viaje misionero de corto plazo, es una experiencia que te cambia la vida. Recuerdo la primera vez que fui invitada a participar de uno, lo hice porque quería ser más obediente a Su Palabra.

Fuente
Revista VAMOS

El amor que Dios puso en mi corazón por obedecerle me movió a ello y al leer la Biblia, fui confrontada a ser parte activa en la Gran Comisión (Mt 28:18-20; Mr. 16:14-18; Lc. 24:36- 49; Jn. 20:19-23)

¿Si voy a un viaje misionero de corto plazo, me vuelvo misionera de campo? ¿Puedo ir a las naciones sin salir de casa? ¿Valdrá la pena invertir días de vacaciones y dinero para ir a un lugar dónde no sé si realmente sere util o tal vez una carga?

Son muchas las preguntas que nos podemos hacer, pero vivir radicalmente es una decisión, es un acto de fe y debemos dar ese paso adelante en nuestro caminar con Cristo.

Un viaje misionero va más allá de una experiencia de corto plazo, es una experiencia enriquecedora y es para toda la vida. Los viajes a corto plazo te exponen a la necesidad del Evangelio entre gente que no conoces y cuyo contexto es diferente al tuyo, estos viajes son la oportunidad de ser la respuesta de Dios al mundo.

Debemos salir en viajes misioneros porque es el modelo bíblico para hacer misiones. Los viajes del apóstol Pablo, son una muestra de que viajes cortos guiados por el Espíritu Santo y con una correcta planificación, muchos serían los beneficiados. El buen discipulado que el apóstol Pablo realizó, son una confirmación al respecto.

Todos somos llamados a las misiones a ir, orar, dar, enviar, y movilizar. Estos viajes te ayuda a crecer en la parte que te toca en la Gran Comisión.

No son vacaciones, pues al participar en un viaje misionero de corto plazo, se trabaja duro, hay desgaste físico y emocional. Tampoco se trata de una labor social de iglesia. Es mucho más, es ID y HACED DISCÍPULOS.

¿Pero podemos hacer discípulos en sólo días o semanas? ¿Es posible ello? Por supuesto que sí, pues con sólo nuestro comportamiento, nuestra manera de responder al Evangelio y a la comunidad que visitemos, nuestro amor por ellos serán muestras visibles, directas e informales de discipular, pues somos cartas abiertas para ser leídas.

Por ello, no debemos tomar en poco un viaje de corto plazo, estos deben ser planificados idóneamente, buscando la dirección del Espíritu Santo.

Asimismo, los viajes misioneros de corto plazo, ayudan para la renovación espiritual, te confrontan contigo mismo, con tu nivel de fe y crecimiento espiritual, te permiten conocer más de cerca la realidad social, cultural, política de dicho lugar y tener un panorama más amplio de las necesidades espirituales y físicas de otros lugares.

Los viajes a corto plazo te sensibilizan. ¡Los viajes misioneros de corto plazo son valiosos en muchos sentidos! Empiezas a entender mucho mejor el porqué del gran amor y de la gracia de Dios hacia la humanidad.

¡Anímate ve en un viaje misionero de corto plazo! Al volver a casa, ya no serás el mismo.

 

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