"Experimenté más soledad que cuando estaba recién llegada al campo"

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Resumen

"Necesitamos prepararnos para nuestro retorno a casa. Necesitamos un tiempo para poder descansar, pensar, reflexionar de nuestra experiencia para luego iniciar nuevamente nuestra vida en casa. Busca a alguien que te acompañe en este proceso.” Amalia Torrez, personal de SIM Latinoamérica

Fuente
Revista VAMOS

Soy una persona que ha estado trabajando por unos años en África, por motivos de pandemia y que ya era tiempo de mi regreso, a finales del año 2020 volví a mi país de origen, en el transcurso del viaje fueron momentos de mucha incertidumbre, preocupación y soledad, esto fue así de un aeropuerto a otro, incluyendo mi país, era un caos por todas partes.

Para el año 2021 se iniciaron ciertas reuniones de compañeros y de lideres religiosos, es increíble lo ajeno y distante que la gente se comportaba conmigo.

Acababa de llegar, a lo mejor por lo que estaba pasando mundialmente abonaba a que me rechazaran, yo sentí mucha soledad, quizá uno es más sensible al rechazo, lo sentí aún de mi familia, ya que mi familia me prohibió visitarles para no contagiarlos por si tenía el virus, con respecto a mis compañeros de batalla incluso en una reunión, no querían que me sentara con ellos, en todos los lugares que me acerqué habiendo sillas vacías me decían ya está ocupado.

Desde ese día decidí alejarme, incluso dejé de asistir a los devocionales porque no me sentía bienvenida.

No es fácil que todo el mundo actué como si no te conociera, tus amigos ya no son tus amigos, tus líderes elogian a otros por su trabajo y te hacen sentir como si tu trabajo no valiera, la familia tiene otras prioridades.

Experimenté más soledad que cuando estaba recién llegada al campo o en cuarentena.

Después de algunos meses, decidí que no dejaría que nada de lo que me hacían sentir, me amargara, ni destruyera: dependí más de Dios y traté de involucrarme poco a poco en las actividades con mis compañeros, eso tomo su tiempo pero Dios me sostuvo, por ahora he salido a trabajar a otro lugar, dependiendo cada día de Dios y con mi corazón sano, ya que mi trabajo es para Dios, Él si lo ve y lo recibe.

Rosmer