Todos los misioneros sufren el choque cultural en la adaptación al campo, y junto a ellos, sus propios hijos.
Emy Morales, en su material Escuela para Padres que Piensan Salir al Campo Misionero junto a sus Familias, analiza el tema de ajuste cultural: “Después de la primera etapa en la adaptación cultural, donde todo es novedoso e interesante viene el desencanto y la frustración, es parte natural del proceso. Los niños no tienen la madurez suficiente para manejar la frustración, por lo que sus padres deben ayudarles en esta etapa poniendo equilibrio entre sus sentimientos y la realidad. Los ministerios Bernabé (barnabas.org) ofrecen ayuda a padres que ya están el campo vía Internet. Es una buena ayuda cuando la aceptación de la nueva cultura tarda mucho en llegar”.
Como padres e iglesia, deben recordar que los hijos, también sienten los temores y problemas de adaptarse a una nueva cultura. No sólo los misioneros se sienten solos en un nuevo país, los hijos también experimentan la soledad en situaciones diferentes.
También extrañan su país, amigos y se sienten incomprendidos. La comunicación con los hijos es clave para ayudarles en todo el proceso.
“La buena comunicación juega un papel fundamental en la familia. El tener un lugar seguro donde expresar sus sentimientos y frustraciones resulta liberador.
Los hijos necesitan sentirse respaldados y acompañados por sus padres, y guiados a soluciones inteligentes en el proceso de ajustes al cambio”, dijo Yolanda Juárez, misionera de NED Global en Bolivia.
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