Cada iglesia debe tener una visión local y global. La tarea global no depende de haber cumplido con la misión local, son dos áreas de trabajo diferentes y a la vez son una, apuntando hacia un mismo objetivo, cumplir con la Gran Comisión.
La iglesia local, debe ser sensible a la voz del Espíritu Santo, guiando a sus miembros en la manera en que Dios quiere que ellos participen en Su misión. En Paraguay hay una iglesia que está sosteniendo a más de diez misioneros, la mayoría entre nativos del Paraguay.
“La iglesia de Oviedo nos apoyan desde hace años. Es un buen ejemplo de visión global”, dijo Víctor Gómez, traductor bíblico de LETRA Paraguay.
Yoel Magdaleno, pastor y misionero, quien sirve como presidente de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Cuba, nos comparte que a pesar de las dificultades, y escasos recursos dentro de la Iglesia cubana vienen creciendo no sólo desde el ámbito local, sino también a lo largo de toda la isla.
Hasta el presente, han iniciado 34 nuevas iglesias y otras 40 en formación, dentro de Cuba, además de que siguen promoviendo las conferencias misioneras con énfasis internacional en medio de las dificultades.
“Al momento tenemos una pareja de esposos equipándose para las misiones transculturales, para encargarse de esta tarea dentro de la Alianza Cubana”, dijo Yoel.
Mientras la iglesia va avanzando en la evangelización local (Jerusalén) y estableciendo iglesias hijas en ciudades cercanas a ella (Judea) y enviando y promoviendo esfuerzos misioneros que crucen las barreras geográficas, culturales y sociales (Samaria) verá que cada vez se acerca más al cumplimiento global en la misión de Dios.
“La Iglesia está comisionada específicamente para actuar como agente del plan redentor de Dios. Y como tal, es un organismo vivo cuya función natural es nutrir a los creyentes y reproducirse. Esto incluye tanto la obra de evangelización y el discipulado de las personas en su comunidad, como la fundación de iglesias en otros pueblos”, dijo Jonathan Lewis en su libro, Misión Mundial.
Las misiones nos trae unidad, dice William Taylor, misionero y autor: “La verdad bíblica tiene su base en la fabulosa oración de Cristo en Juan 17:18-26, y tiene implicaciones misioneras muy específicas. La realidad maravillosa en recientes décadas es que los temas de misión y misiones han unificado al pueblo evangélico Iberoamericano más que cualquier otra cosa o actividad.”
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