Amándoles y acompañándoles

Jóvenes
Resumen

“En ocasiones no sé si será mejor animar a la Iglesia o asustarla. La iglesia no puede olvidarse que una congregación sin jóvenes es una congregación con sus días contados“.

Andrés Corrales, misionero de FEDEMEC y SIM sirviendo en Especialidades Juveniles Uruguay.

Fuente
Revista VAMOS

Andrés Corrales, misionero que sirve en el ministerio Especialidades Juveniles, dice que para entablar un acercamiento con las nuevas generaciones tiene que estar presente el elemento central y unificador de cualquier ministerio cristiano, el AMOR.

“Acostumbro decir que los adolescentes no se les tolera sino se les ama. Claro que necesitamos programas contextualizados, visiones más amplias y por supuesto, mucha energía para subirse a la montaña rusa que viven nuestros jóvenes, pero lo cierto del caso es que nada de esto se dará genuinamente ni surtirá el efecto esperado si no hay verdadero amor hacia ellos”, afirma Andrés.

Javier Zubieta también destaca la importancia del discipulado uno a uno, sin miedo a meterse en la vida de los jóvenes. “Un enemigo de la juventud es la falta de santidad. Me da tristeza ver líderes de alabanza, de enseñanza, de escuela dominical, con un nivel de inmoralidad tan sutil y nadie los está escuchando. Los pastores y líderes, no deben tomar distancia”.

Relacionarte con los jóvenes, dejarlos ser parte de tu vida e involucrarte en la de ellos, es parte fundamental en el trabajo con la juventud. Sean Marston dice: “La regla numero uno para trabajar con los jóvenes es relaciones, relaciones, relaciones”.

Una verdadera relación no sólo se preocupa en saber si asistió a la iglesia el domingo sino también, en preguntarle si aprobó el curso de matemáticas que tan difícil se le hacía, o si arregló aquella pelea que tuvo con su papá hace unos días.

El apóstol Pablo invirtió su vida y tiempo en el jóven Timoteo. No lo menospreció sino por el contrario, lo animó a vivir siendo ejemplo y bendición para otros. Y ese tiempo dedicado a la vida de este jóven dio su fruto.