Compartiendo el evangelio con un judío

Compartiendo el evangelio con un judío
Resumen

Si tienes amigos judíos y te sientes intimidado para hablar de Dios, aquí te presentamos unas pautas que te ayudarán a alcanzarlos:

Fuente
Revista VAMOS
  1. Aprende a compartir el evangelio desde el Antiguo Testamento.

    Se dice que el Nuevo Testamento está oculto en el Antiguo y el Antiguo se revela en el Nuevo. Todo el evangelio se encuentra en el Antiguo Testamento. En los tiempos de Jesús no había Nuevo Testamento, usaron las Escrituras judías como referencia y tú también puedes hacerlo.

  2. Aprende profecías mesiánicas clave.

    Hay más de 300 profecías en el Antiguo Testamento que revelan la identidad del Mesías con tanto detalle, y son pruebas objetivas de tu mesianismo y de la naturaleza sobrenatural de la Escritura. Durante los años, he visto caer escamas de los ojos de muchos judíos y decir entre lágrimas: “¿Por qué nadie me había enseñado esto antes?”.

  3. Usa la terminología efectiva y correcta.

    Las palabras "Jesucristo, cristiano, iglesia, converso, bautizo" no son lo mismo para un judío. Al escuchar Cristo, no saben que viene del griego, Christos, que significa "Ungido" y es el equivalente en hebreo a Mashíaj o Mesías. Llámalo por Su nombre hebreo, Yeshua. Tómate el tiempo de aprender la terminología con la que un judío se relacione.

  4. Comparte tu testimonio.

    Encuentro a menudo que los judíos no quieren que se les predique o hablen de la Biblia, más bien, están muy interesados en escuchar lo que sucedió en su vida que causó un cambio tan drástico. ¡Hazles saber que el mismo Dios que te tocó y cambió tu vida puede hacer lo mismo por ellos!

  5. Discierne dónde está en su fe.

    Antes de compartir con alguien sobre el pecado y la necesidad del perdón, primero averigua si cree en Dios. Necesitas discernir su estado primero antes, para que así atiendas su necesidad espiritual de manera efectiva. Esto es cierto de todo evangelismo efectivo, no solo con los judíos.

  6. Se un amigo.

    Una vez escuché a alguien decir que “a las personas no les importa lo que sepas hasta que sepan que es lo que te importa”. Y es verdad. Se un amigo. Que tu interés en las personas no dependa de si aceptan o no el mensaje. Si estás allí para ellos de manera constante a largo del tiempo, eventualmente querrán saber por qué crees y actúas de esa manera.

  7. Ora, ora, ora.

    Ora fielmente por ellos. La oración mueve la mano de Dios, y cambia los corazones de las personas. No te rindas. Recuerda, la Palabra de Dios nunca regresa vacía. Conozco al Señor desde 1980 y todavía soy el único miembro de mi familia que cree en Yeshua, pero no me rendiré, oro que toda mi familia algún día conozca al Mesías Yeshua como su Salvador.

    Recuerda, caminamos por fe y no por vista. Lo más importante es dejar en claro que un judío no tiene que convertirse al cristianismo para salvarse; simplemente necesita aceptar a su Mesías, prometido en su propia Torá y Profetas.

Por Jonathan Bernis, presidente y fundador de Voz Judía Internacional www.jewishvoice.org

 

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