Una fe como la de Abraham

Una fe como la de Abraham
Resumen

Brando Corales observa atentamente cómo su hija y sus hijos chapotean en el río de la selva junto a su pequeña cabaña.

Inconscientes del resto del mundo, los niños ríen y gritan y esperan su turno para salir volando en un columpio de cuerda y zambullirse en el agua fría para tratar de nadar en contra de la corriente hasta una roca cercana. Para ellos, la selva es una nueva y emocionante aventura.

Fuente
Revista VAMOS

Para Brando y su esposa Clara, la selva es el riesgoso lugar donde ellos están por trasladar a su familia. A pesar de eso, sentado en el pórtico de su cabaña en el campamento de entrenamiento de IMB, Brad observa a sus hijos jugar y sabe que este es el paso correcto.

Actualmente, los Corales viven en una ciudad cercana y oran para que Dios pronto abra puertas para que entren y comiencen a trabajar en el área. La electricidad será un lujo durante una hora al día, algunas veces. Las opciones de comida serán limitadas, el acceso a internet y al teléfono serán inexistentes. La familia estará a ocho horas del centro de salud más cercano.

Ellos imaginaron mucho de esto cuando pidieron el trabajo.

“Cuando oramos por un lugar a donde ir”, recuerda Brando, “pedimos específicamente el más difícil, el que nadie más quería”.

Pero trasladar a sus niños a un ambiente difícil e inclusive peligroso no fue una decisión que los Corales tomaron fácilmente.

“Yo pensaba mucho en mi familia y en cómo funcionaría esto”, dijo Brando. “Una mañana estaba leyendo la Biblia sobre Abraham y su disposición para sacrificar a Isaac. Estaba orando y sentí como si Dios me preguntara: ¿Harías eso sin hacer ninguna pregunta?’” Como madre, Clara dijo le costó aceptar los riesgos que ella sabe que sus hijos enfrentarían en esta vida.

“Al principio, sentí como si los estuviera alejando de todo y poniéndolos en un lugar donde hay malaria y dengue y todas esas enfermedades y no hay doctores”, dijo Clara. “Pero el Señor tuvo que enseñarme: ¿confío en él? Porque Él ama a mis hijos más de lo que nosotros pudiéramos amarlos. Si él no es lo suficientemente grande para cuidarlos, ¿quién puede?

Los Corales saben que no todos sus amigos y familiares entienden su decisión de trasladarse a un lugar potencialmente peligroso. Pero saber que Dios ha llamado a su familia, ha mantenido a Clara confiada en esta dirección.

“¿Van mis hijos a extrañar algunas cosas? Probablemente” dice ella. “¿Se enfermarán? Definitivamente. Pero ellos son realmente bendecidos de crecer en el ministerio y saber que Dios es su sanador, y su amigo y su todo”.

“Si el Señor quiere proteger a mis niños, lo hará. Y le vamos a pedir que lo haga. Pero si Él quiere que los ponga en un altar, ...para la mente de muchos yo sé cómo suena eso, pero siento como si eso hubiera sido lo que pidió de nosotros”, dijo Brando.

Entienden que aunque el plan de Dios puede que no sea el lugar más seguro, siempre es el mejor lugar.

“Dios tiene el control. Siento que vamos a tener la oportunidad de ver a Dios hacer cosas maravillosas”.

 

 

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