Las iglesias pueden preparar mujeres para el campo misionero:
Confirma y celebra su llamado: Las iglesias locales deben confirmar el llamado de sus candidatos. Para hacerlo con confianza, observen sus vidas, busquen evidencia de una relación cada vez más profunda con el Señor, anímalas a seguir creciendo en este tiempo de preparación, pero no solo confirmes su llamado, ¡celébralo!
Ora por y con ella: Cada vez que tengas una candidata misionera, comprométete a orar por y con ella regularmente. Ora por su caminar con el Señor, su crecimiento espiritual, por su tiempo de preparación, por su futuro ministerio, por las personas que conocerá, por esos días de soledad y lágrimas y de celebración y alegría.
Equípala intencionalmente: Pasen tiempo para conocerla.
Pídele que descubra sus fortalezas, debilidades, experiencia y dones espirituales. Permítele enseñar y discipular a otros mientras la discipulan. Inculca en ella un deseo no solo de aprender sino de practicar y equipar a los demás.
Conéctala con mujeres experimentadas: Conecta intencionalmente a tu candidata con las guerreras de oración, capacitadoras, consejeras o animadoras de su iglesia local. Deja que la rodeen, la amen y caminen con ella mientras se prepara para el campo. Deja que Tito 2 haga lo suyo.
Ana D., misionóloga del Seminario Teológico Bautista y con IMB
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