“¿Es su iglesia una iglesia misionera?” “Toda iglesia debe ser misionera, es nuestra razón de existir. Si no somos misionera, no somos una iglesia.” Jorge Espinoza, pastor en el Perú
“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Hechos 2:46-47.
La iglesia primitiva del libro de los Hechos influenció su sociedad y esparció el mensaje del Evangelio por todo el mundo conocido de aquel entonces. Su mensaje sigue resonando en estos días y de alguna manera es el modelo de iglesia a seguir, aunque claro está que no fue una iglesia perfecta.
Fue una iglesia unida, perseverante en la sana doctrina, que se reunía en comunión y que influenciaba en su sociedad de manera positiva. Fue una iglesia que no se dejó amilanar ni influenciar por agendas políticas y que no se quedó callada aún ante las amenazas, sino que con valentía siguió predicando el Evangelio de Cristo.
Fue una iglesia que no siguió la inmoralidad sexual que la rodeaba y era hasta cierto punto normal, sino más bien se apartaron marcando la diferencia con el ejemplo.
“Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. Ellos entonces les amenazaron y les soltaron, no hallando ningún modo de castigarles, por causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho”: Hechos 4:20-21.
Y fue una iglesia misionera, luego de que se desatara la persecución comenzaron a ser dispersados y predicaron en diferentes lugares y a todo tipo de personas sin excepción. En Hechos 13 se nos dice que el Espíritu Santo apartó a Pablo y Bernabé para ser enviados (La iglesia era sensible a la voz del Espíritu Santo) y que los líderes oraron por ellos y los enviaron a la obra.
Lo hermoso de este primer envío fue que desató una cadena de acontecimientos que hicieron que la iglesia creciera y fuera de influencia en todas partes. Pablo con Bernabé, luego Bernabé con Juan Marcos, Pablo con Silas, Apolos, Timoteo y tantos otros que llevaron el Evangelio obedeciendo el mandato de Dios de ir y predicar el Evangelio a toda criatura.
Luigi Sarmiento, colaborador del equipo VAMOS